ORGANIZACIÓN EN LA CULTURA DE LA ADICCIÓN.


ORGANIZACIÓN EN LA CULTURA DE LA
ADICCIÓN.

La cultura de la adicción abarca una colección diversa de grupos organizados geográfica, étnica, socioeconómicamente y de acuerdo con los tipos de drogas. Sólo cuando observamos estos grupos en su conjunto podemos empezar a identificar los patrones compartidos de percepción, pensamiento, sentimiento y comportamiento que refuerzan su consumo excesivo. Terapéuticamente, no es suficiente saber que un cliente está muy involucrado en la cultura de la adicción, también debemos entender la subcultura exacta de la cual proviene, las características únicas de esa subcultura, y la naturaleza e intensidad de su participación en ella.

Para los propósitos de este libro, es mejor estudiar la organización por grupos basada en los tipos de drogas.

Selección del grupo basada en el tipo de droga.

Cada sociedad tiene juicios sobre las diversas drogas psicoactivas que están a disposición de sus ciudadanos. El estatus social y el valor que se le atribuye a una sustancia en particular influyen tanto en los riesgos asociados con la sustancia como en sus propiedades.
El estatus social y el valor que se atribuye a una droga en particular, más que cualquier otro factor, influyen en la organización de los grupos dentro de la cultura de la adicción, en las características de cada grupo y en las consecuencias que experimentan los clientes tanto por la droga como por su propia cultura.

Simplemente conociendo la elección principal de sustancias de un cliente y las características del grupo asociadas con dicha elección, se pueden comenzar a anticipar sus necesidades, los obstáculos para un tratamiento exitoso y sus vías preferidas para la recuperación.
En general, las sociedades clasifican las drogas psicoactivas en cuatro denominaciones sociales, dependiendo de cómo, cuándo y en qué condiciones, si las hubiera, la sociedad prefiere que se consuman.

Esta clasificación podría ser: Drogas Célebres, Drogas toleradas, Medicamentos y Drogas prohibidas.
         Drogas Célebres: Dentro de una sociedad, las drogas celebres son aquellas sustancias psicoactivas que han sido aceptadas para el consumo social. Estas drogas están fuertemente integradas en los principales rituales sociales. La sociedad a menudo tiene fuertes incentivos para su consumo continuado y, por lo tanto, su uso es fuertemente promovido dentro de la sociedad. Nuestras drogas célebres incluyen el alcohol, la cafeína y, hasta hace poco, la nicotina.
         Drogas toleradas: Se trata de drogas psicoactivas cuyo consumo la sociedad desincentiva, pero no tan fuertemente como para prohibir su consumo. Las drogas toleradas a menudo incluyen drogas de las que se está revaluando su valor. La nicotina, por ejemplo, ha pasado rápidamente de un estado de celebre a uno de tolerada en las últimas dos décadas. Aunque los consumidores de drogas toleradas no son castigados de manera severa, como cualquier fumador de tabaco sabe hoy en día, están sujetos a cierto grado de estigma social. Las sociedades establecen controles estrictos sobre la forma en que pueden promocionarse las drogas toleradas y, en general, controles legales y sociales a fin de dificultar en la medida de lo posible su uso excesivo y continuado.
         Medicamentos: Se trata de drogas psicoactivas que los ciudadanos sólo pueden obtener legalmente en condiciones muy especiales y con fines claramente definidos. Para estos, la sociedad decidirá quién puede usarlos, la dosis y la frecuencia, el método aprobado de consumo y dónde se pueden usar. Los mejores ejemplos de medicamentos en nuestro país son los de venta libre y los de prescripción.
         Drogas prohibidas: Son sustancias que una sociedad define como de valor muy limitado o nulo y cuya presencia es vista como potencialmente perturbadora de los valores y el orden de la sociedad. Las sociedades gastan enormes recursos para eliminar la disponibilidad de sus drogas prohibidas, castigan severamente el consumo, la posesión y venta de estas sustancias, y crean poderosos símbolos de estigma social en un intento de evitar su uso.
Dos observaciones son importantes para esta introducción a la clasificación social de las drogas psicoactivas.

En primer lugar, la clasificación de una droga siempre está abierta a la redefinición dentro de una sociedad. En segundo lugar, el estatus de una droga y su nivel de consumo están sujetos a fuertes fuerzas inhibitorias y promocionales. Estas fuerzas rara vez son equilibradas, lo que da lugar a períodos alternados de disponibilidad excesiva y control restrictivo.

Extractado de nuestro libro: